29.8.11

El Buscador




 "EL BUSCADOR"


Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador. Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.

Un día nuestro Buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó Kammir a lo lejos, pero un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. Estaba rodeaba por completo por una especie de valla pequeña de madera lustrada, y una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. 

El Buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como por azar entre los árboles. Dejó que sus ojos, que eran los de un buscador, pasearan por el lugar... y quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción. “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, y sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… 

Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Al acercarse a leerla, descifró: “Lamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. 

El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

- No, ningún familiar – dijo el buscador - Pero... ¿qué pasa con este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de niños?

El anciano cuidador sonrió y dijo: 

"Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré... Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de entonces, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abra la libreta y anote en ella: a la izquierda, qué fue lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana, dos? ¿tres semanas y media? Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?

¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? ¿y el casamiento de los amigos? ¿y el viaje más deseado? ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano? ¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones? ¿horas? ¿días?…

Así vamos anotando en la libreta cada momento, cada gozo, cada sentimiento pleno e intenso... y cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ése es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido."

Y si el tiempo que vivimos es el tiempo que sabemos disfrutar, los momentos plenos, los momentos intensos... hagamos que sean esos los que abunden, puesto que seguramente no merece la pena enredarnos en rutinas inútiles que nada nos aportan, o en enfados sin sentido, o en palabras hirientes a las que les responderán otras palabras más hirientes y que luego acabarán como minutos, horas... perdidos en el vacío.


Hagamos que, cuando ya no estemos aquí, alguien pueda contar cuánto tiempo hemos vivido realmente... y sonría.


JORGE BUCAY

26 comentários:

Juan disse...

Me ha encantado este cuento, Flor. No recuerdo haber leído nada de Bucay, aunque sé que es famoso. Un beso y gracias por compartirlo.

Francesc Puigcarbó disse...

imaginé antes de acabar que era de Jorge Bucay, es su estilo. Muy interesante de todos modos. Ah! Grácias por poner la foto.

Sneyder C. disse...

Conocía este cuento, pero no por ello ha dejado de atraparme.
Dejamos pasar tantos pequeños momentos que son los que marcan nuestra vida los que cuentan…No seamos como los del cuento y llenemos nuestra vida de plenos e intensos momentos….


Un beso Flor

Evanir disse...

Hoje recebi um email amei o versinho
é dificil esquecer coisas que marcaram
muitas vidas através de uma frase num lenço
na época era como receber um poema .
Um beijo no coração,Evanir.

armalu,blogspot.com disse...

que historia linda.

Anónimo disse...

Hola Flor, antes que nada, gracias por el comentario. Tu texto e imangen son preciosos, como siempre.
Por cierto, te comento como anónimo porque tengo problemas con la cuenta de Google.
El domingo estuve en Albufeira, asi que a ver si nos vemos un día...ok?..sería cuestion de quedar antes.
Besos y abrazos.
Alejandro García.

www.agbarranco.blogspot.com
www.curiosahuelva.blogspot.com

Sor.Cecilia Codina Masachs disse...

Hola flor, he he extrañado todo este tiempo, yo me he cambiado de comunidad y de ciudad, con más responsabilidades.Tu historia es una gran enseñanza. Aprender a ser felices es nuestra tarea más inminente
Con ternura te dejo un beso
Sor.Cecilia

Sor.Cecilia Codina Masachs disse...

Flor, puedes entrar con toda tranquilidad , esto ya está solucionado yo no estoy vinculada con ese blog y ya ese blog está sin virus que pueda infectar a nadie, pero Google no ha quitado el anuncio. Nunca consentiría que mi espacio estuviese infectado Lo mino como a mis ojos
Con ternura
Sor.Cecilia

Sor.Cecilia Codina Masachs disse...

MI QUERIDA FLOR, TENGO UN POTENTE ANTIVIRUS DE PAGO Y UN SCANER PROFESIONAL;TODO ESTÁ LIMPIO, NO SE COMO SACARLO Y YA ESTOY FRANCAMENTE PREOCUPADA, DESDE EL DOMINGO QUE LUCHO ESTA BATALLA.ESTOY MUY CANSADA
GRACIAS POR TU VISITA.
Con ternura
Sor.Cecilia

Javier Muñiz disse...

Hola, preciosas letras van desnudando la integral, pura belleza de este blog,si te va la palabra elegida, la poesía, te espero en el mio,será un placer,es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen día, besos irreverentes...

Unknown disse...

Amiga Flor, precioso y real cuento. Nada es más verdad que "vida solo son los momentos que hemos disfrutado de ella", el restos solo son cenizas.
Preciosa Flor, mírate, ¿cuantas veces te has mirado con la idea de salud y hermosa? solo esos momentos han sido brillantes, el resto, solo has vivido. Un abrazo amiga por compartir. Jecego.

Marina Filgueira disse...

¡Hola Flor!!!

¡Acabo de leer esta entrada magistral! Caí aquí por casualidad, ¿y me alegro tanto? Y, de verdad estoy alegre y mucho más que de acuerdo con tus letras.
Deberíamos efectivamente, apuntar esos momentos maravillosos que vivimos, aunque yo los guardo con mucho celo en el ático de mi alma. Y, son los que más pesan y ladean la balanza, haciendo olvidar lo malos ratos que también pasean por la vida.
Gracias por compartir estas palabras maravillosas. Un besito y se muy feliz.

Calma en días de tormenta (Darilea) disse...

Precioso cuento Flor el que escogiste, me encanta Jorge Bucay, sus cuentos siempre te dejan reflexionando sobre la vida.
Un besito

Unknown disse...

Amiga Flor, vine a visitarte, pero ya había pasado por aquí.
Ahora solo te repito: vida sol es la suma de los momentos felices.
Un abrazo que te haga feliz. Jecego.

Sor.Cecilia Codina Masachs disse...

Gracias Flor, estaré 2 meses ausente de mi blog, hasta que haya publicado mi libro HISTORIAS DE SESY BO, no me polvides
Feliz Navidad
Con ternura
Sor.Cecilia

Unknown disse...

Amiga Flor;
Feliz Navidad te deseo con tu familia.
Un abrazo. Jecego.

Unknown disse...

El tiempo no importa.
Lo que importa es la Navidad.
VIVAMOS LA NAVIDAD COMO LA FUENTE PRINCIPAL DE AMOR.
Mi querida amiga, FELIZ NAVIDAD.
Jecego.

Dejame que te cuente disse...

me temo que segun este relato...yo voy a morir demasiado joven si no pongo pronto remedio...

nunca es tarde...no?...
hermosa historia..
un abrazo

Sor.Cecilia Codina Masachs disse...

Gracias Flor, es la manera más inteligente de gozar de la vida.
Con ternura te tengo en mi libreta apuntada como una criatura maravillosa
Sor.Cecilia

ALEX disse...

Asi es Flor, la vida es una libreta cerrada en la que sólo hay que abrirla para anotar lo positivo, lo vivido inténsamente y olvidarnos de las necedades diarias. Precioso relato.
Por cierto, en la mezquita de Almonaster se celebran actos religiosos, charlas, conciertos de musica andalusí y las jornadas islámicas, que desde aqui te invito a que visites...merecen la pena.
Un fuerte beso.

lanochedemedianoche disse...

FELIZ DÍA AMIGA POETA.

BESOS

Victoria disse...

Hola Flor, muchas gracias por tu visita y tu comentario. me ha encantado este post, tanto que creo que me lo voy a llevar, con tu permiso. Y el comentario de Alex, que dice que la vida es una libreta cerrada y que solo hay que abrirla para anotar lo postivo. Totalmente de acuerdo, no hay que ir porahí cargando con las penas y las necedades diarias.
Un beso

Y Otros Paisajes.. disse...

pasaba a saludarte,
te dejo un fuerte abrazo..

Catalina Zentner Levin disse...

Una preciosa historia, Flor.
Gracias por compartirla.

Catalina Zentner Levin disse...

Un acierto de Bucay, desde mi lugar de persistente buscadora, te dejo un abrazo.

José Ramón disse...

Fabulosos su blog que tengas una feliz semana Saludos desde…
Abstracción textos y Reflexión